Estudiantes que realizan su práctica profesional en el Centro de Atención Psicológica Integral UCM entregaron recomendaciones a los adolescentes para relajarse.

Con el inicio del segundo semestre se marca la cuenta regresiva para rendir la Prueba de Transición y esto podría generar mayor ansiedad y estrés en los jóvenes. A esto se suman las presiones del entorno y la definición sobre qué se quiere estudiar.

La clave del éxito en este periodo es el manejo correcto del estrés, para esto María José Guarda y Mariela Muñoz, estudiantes en práctica del Centro de Atención Psicológica Integral UCM (CAPI) entregaron una serie de recomendaciones a tener en cuenta.

Lo primero es saber identificar cuándo se está pasando por un periodo de estrés. Según explica María José Guarda estos cuadros pueden tener manifestaciones físicas y psicológicas, como “tristeza, desgano, ansiedad, dificultades para concentrarse, irritabilidad, temor, olvidos frecuentes, dificultad para dormir, dolores de cabeza, de espalda y hasta estomacales”.

Y Mariela Muñoz agregó que “el estrés no se manifiesta de la misma manera en todas las personas, pero entre lo más común están los constantes dolores de cabeza, tensión, falta de energía, cansancio sobre todo en el contexto que estamos actualmente en este tiempo de pandemia. Esto puede provocar problemas en el sueño como insomnio o exceso de sueño y en una falta o aumento del apetito”.

Sin embargo, recalcó que “sentir estrés no siempre es malo, ya que en pequeñas dosis nos permite estar alerta, pero que si identifican o sienten que les está afectando en el día a día es importante acudir a un profesional para que los pueda orientar en la búsqueda de herramientas para enfrentar estas situaciones y así favorecer el bienestar emocional”.

Respiración cuadrada

Si algún alumno está presentando estas manifestaciones que mencionadas anteriormente existen estrategias que pueden ayudar a prevenir o afrontar dicho estrés. “Una de ellas es planificar sus actividades, buscar ayuda, utilizar técnicas de estudio, mantener una alimentación adecuada y ciclos de sueño estables, es importante respetar los horarios de comida, de sueño, de descanso, y realizar actividad de recreación y físicas”, recomendó María José Guarda.

Y agregó que actualmente en el CAPI están implementando técnicas para disminuir el estrés que provoca la carga laboral y académica, pero éstas pueden ser utilizadas por cualquier persona que lo requiera.

“Una de estas técnicas es la respiración cuadrada, que consiste en colocarse en una posición cómoda y con la espalda recta, se puede empezar con cuatro tiempos e ir aumentando de seis a ocho tiempos. Primero se inhala hasta cuatro, luego se retiene el aire, en cuatro tiempos, se vuelve a contar hasta cuatro; se sale en cuatro tiempos y de nuevo se retiene el aire en cuatro tiempos y así sucesivamente. Se puede hacer en dos, tres o cuatro minutos, lo que la persona considere. Esta técnica es fácil de realizar y se puede realizar en cualquier momento del día para encontrar la calma”, detalló.

Distancia social

Otro de los problemas que pueden afectar a los adolescentes en este tiempo de pandemia es la distancia física social con sus pares. Así lo explicó Mariela Muñoz: “En la adolescencia la relación entre pares es súper importante en el desarrollo de la identidad y sentido de la pertinencia, entonces no poderse juntar con los amigos en el liceo o fuera de él afecta significativamente en el bienestar”.

A agregó que “si bien es una generación que tiene afinidad por las redes sociales y el uso de la tecnología, estar en el hogar no es lo mismo que la interacción cara a cara; entre pares se da la oportunidad de hablar sobre gustos intereses que muchas veces los adultos no entienden o no comparten o puede que no exista la confianza suficiente para hablar de temas que con su grupo sí se da. En términos generales, les ha afectado muchísimo el distanciamiento físico”.

Tanto Mariela Muñoz como María José Guarda son estudiantes en práctica del Centro de Atención Psicológica Integral UCM, que es un centro destinado a la atención psicológica de la comunidad maulina. Desarrolla actividades de docencia, investigación y se vincula estrechamente con la comunidad a través de proyectos en temáticas como duelo, crianza, salud mental Infanto Juvenil, envejecimiento activo y más.